La ventana entreabierta
Deja entrar una suave brisa
que mueve la cortina a cada tanto
Desde donde estoy el visillo blanco
Parece un triste fantasma intentando asustar
a un distraído
A mi no me asusta
El crujir de la puerta de madera
Reseca y añosa
Me sobresalta
Me hace pensar en tu presencia
En tu muda y oscura presencia
Que adivino en silencios
En días nublados
O eran de sol?
Con la mano crispada me recojo el pelo
Me miro en el espejo
La cara de niña se ha apagado
El frunce de la sonrisa es cada vez más impreciso
Y tú que ya no existes
Que no estás aquí para verlo
Para pedirme perdón de rodillas
Tú que escapaste por la puerta trasera
Como un delincuente
Un asesino en serie cansado talvéz de matar
Diste el último golpe
Y no estuve ahí para detenerte
La habitación completa está llena de susurros
De llantos de niños
De dolor entumecido
Y aunque he olvidado tu cara
Te veo en cada sombra
Acechando
Sonriente con tu sonrisa de me importa un bledo
Con tu cruel amabilidad
Pero ya no me dañas
Ya no eres más grande que yo
Ahora yo estoy viva
Y tú estás muerto
Una última mirada
Para terminar de creerlo
Eres tú realmente quién duerme entre esas tablas putrefactas?
Eres tú el que no respira?
Te mentiría si te digo que me alegra
Estoy triste, en realidad
Pero no sé porqué
Contigo mueren mis sueños de niña
Los recuerdos de mi infancia
Algunos felices
Otros solitarios y aterradores
Te acuerdas de ese día?
O es que fue una invención de mi mente de niña asustada?
Te acuerdas de mi?
O es que nunca me conociste?
Pensaste en mi en el último momento?
En todas nosotras
O no eras más que un payaso sin sentimientos
Y yo, que todavía lloro tu ausencia
Tu existencia en mi vida
Tu falta de delicadeza
Atrapada en el espanto
En las sombras de la noche
Que se asemejan a tu sombra viniendo a hurtadillas
A quebrantarlo todo
A incendiar mi cama
Y las otras? Dónde están?
Quiénes son? Existen acaso?
Si. Eres tú el que duerme bajo toneladas de tierra
Eras tú la última vez que miré
Seguirás siendo tú cuando los años hayan pasado
Cuando mi propia memoria se haya apagado
Y ya ni de mi me acuerde
Eso de bailar sobre tu tumba
No me sirve
No me representa
No me alegra que todo terminara mal para todos nosotros
Que nadie ganara
Y al final, con todos aquí llorando
Por diferentes razones
Pero llorando
Algunos de nosotros nos miramos en silencio
Y sabemos que hay razones ocultas
Motivos silenciosos
Caminos secretos que conducen en una misma dirección
Que nos llevan a la tristeza y a la duda
Al no poder entender
Y tú, ahí, en el medio de todo
Inmóvil
Con el corazón empalado de no poder usarlo
Y te vuelvo a mirar
Y me vuelvo a convencer
Ahí estás
No hay más daño
No hay más palabras ficticias
Sólo estoy yo, en este cementerio de mentiras
Sostendiendo un puñado de tierra
Apretado entre los dedos
Para terminar de sepultarte
De una vez por todas
Simplemente no me asusta tu sonrisa torcida
Tu cariño de medio lado
Tu despreocupación impávida
Tu poco apego a la vida
No tengo asco en escupir sobre tus huesos
Y, si es necesario, bailar un swing sobre tu helada y solitaria tumba
Nadie te llevará una sola flor
Nadie pretende llorar una sola lágrima por tu memoria
Porque los que estamos vivos somos nosotros
Y tú ya no representas un peligro
Entonces te digo con todas sus letras
Notetengomiedo
Estela entra en la habitación contoneandose
Como quien es conciente de su propia presencia
Como quien se las sabe todas
Y aunque no viene de vuelta no le andan con cuentos
No le venden pescadas
No se enreda en rollos pasajeros
Estela se corrige el labial
Rojo furioso
Se mira en un pequeño espejo que saca de la cartera
De charol rojo putón
Saca una cigarrera negra con flores doradas
Todo lo que tocan sus manos conoció un pasado más digno
Se nota
Pero Estela no conoció un pasado más digno
Tampoco recuerda haberse mirado al espejo
Y no haber tenido labial rojo en los labios
O una mueca de desprecio
Esa forma tuya de terminar una frase
Esa mirada perdida
Como si no te importara
Mi silencio
El tuyo
El nuestro
Mi imaginación desbordante que crea hechizos y misterios
Donde sólo hay incertidumbre
Donde hay desgano
El hueso de tu cadera levantándose desde el borde de la cama
Cómo llegué aquí?
Quién me trajo?
Porqué no me advirtieron?
Si asi tenía que ser hubiera estado preparado
Te habría pedido permiso
Y tú, que nunca dices nada
Que me callas a besos
Que me comes con miradas
Y después te largas
Te evaporas en escenas encubiertas
Yo, tratando de tomarte
De entrelazarte con las piernas
Y tú, lleno de ángulos, te arrastras
Te disuelves